En la cúspide de un beso
envuelto en gasas muy verdes
sentada sobre la piel de un sueño
grité tu nombre
Nombre de tierra y de mar
venido a llenar mi boca
con la savia de las rosas
suscritas en la memoria
Y recogiste mi trébol
teñido de mucho tiempo
y lo sacaste del mundo
de los injustos y necios
para plantarlo en tu piel
Piel con hebillas de plata
Piel cosida a mi mirada
Mi piel de cada mañana
envuelto en gasas muy verdes
sentada sobre la piel de un sueño
grité tu nombre
Nombre de tierra y de mar
venido a llenar mi boca
con la savia de las rosas
suscritas en la memoria
Y recogiste mi trébol
teñido de mucho tiempo
y lo sacaste del mundo
de los injustos y necios
para plantarlo en tu piel
Piel con hebillas de plata
Piel cosida a mi mirada
Mi piel de cada mañana
© Moony
2 comentarios:
Hermosas palabras, como es costumbre en ti. Espero que nunca falten en tu jardín esos tréboles de cuatro hojas. Un abrazo.
Precioso poema y una fotografía bellísima.
besos
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