En ella se adivina la suavidad de tu mano
la frescura de tu aliento
tu tiempo
En la levedad de su flor pequeña
se esconde la fuerza de tu cuerpo dócil al beso
la entraña de tu mirada dispuesta
Entre sus hojas serradas
se acumulan pensamientos de hombre abierto
ansias de atardeceres
Y en el color de su fruto
en su sabor a verano
este amor que nos tenemos por encima de los versos
la frescura de tu aliento
tu tiempo
En la levedad de su flor pequeña
se esconde la fuerza de tu cuerpo dócil al beso
la entraña de tu mirada dispuesta
Entre sus hojas serradas
se acumulan pensamientos de hombre abierto
ansias de atardeceres
Y en el color de su fruto
en su sabor a verano
este amor que nos tenemos por encima de los versos
© Moony
4 comentarios:
Precioso poema, intento imaginar semejante momento :) La composición de la imagen me ha encantado.
Estoy plenamente de acuerdo contigo, sobre el post de las fiestas :(
Besos
A parte del poema que es precioso, la imagen con la que lo finalizas me ha gustado mucho, ¡pero que juego dan las fresas!
He leído lo que dices de las fiestas en tu otro blog y estoy de acuerdo contigo, todos los argumentos que me dan los taurinos no me sirven y no me los creo.
Besos
Gracias por vuestras palabras, Franki y Blanka.
Lo cierto es que cada año se repite la misma historia, una y otra vez, sin que nadie ponga coto a tanto maltrato.
Hay mucha gente a la que no le importan los animales, pero, olvidan una cosa fundamental: cuando un individuo es capaz de matar entre risas a un animal, que tenga cuidado, en cualquier momento puede hacer lo mismo con una persona.
Si denunciamos, si nos hacemos pesados de repetir esas situaciones, poco a poco conseguiremos algo. Estoy segura.
Un beso grande.
Un poema para dejar volar la imaginación, pero sin desprenderse de la ternura. Precioso.
Besos y abrazos.
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