14.8.10

Fines y renacimientos



Acaeció el susurro
de la rosa caída
y hubo un cónclave
de flores
en el jardín

Las rosas no pueden morir…

Aparecieron las manos recias
de un hombre de cuerpo miel
acariciando corolas abiertas

Las rosas no pueden morir…

Recogió los pétalos desgajados
y los besó
Al contacto cálido de los labios dulces
Al roce picante de la barba crecida
explotó la piel verde de una flor incipiente

Porque, a su lado, las rosas nunca mueren…


© Moony

7 comentarios:

Ligia dijo...

Es el ciclo de la vida. Hermoso, como las rosas. Besos

mardelibertad dijo...

bonito con un agradable aroma a rosa..
Besos

Juncal dijo...

Sólo espero que la barba crecida no sea un síntoma de un estado de ánimo.
Morirían las rosas sin conocer sus labios.

Saludos

TITANIA dijo...

Qué delicadeza... precioso.

Blanka dijo...

Precioso, las rosas no pueden morir sobre todo si las cuida alguien asi...
Un besito

Trini dijo...

Afortunado jardín el que transita ese hombre.

Besos

francesc dijo...

El amor y el cariño, estimula y ayuda a vivir, aunque pinche con la barba:). Hermoso poema
Un beso