Lo encontré cabizbajo
esta mañana
paseaba por el borde
de una plaza
con forma de elipse
en mitad de un mar
de coches
pensativo...
mezclado con las hojas
que no vuelan
Le pregunté por el sol
y giró la cabeza
hacia la nada
Nos quedamos los dos
bajo la lluvia
escuchando la música del viento
Lo recogí del cemento
lo escondí entre tréboles mimosos
lo arrullé con tajetes decaídos
y liberé al otoño
en su concha
y en mi piel
© Moony
esta mañana
paseaba por el borde
de una plaza
con forma de elipse
en mitad de un mar
de coches
pensativo...
mezclado con las hojas
que no vuelan
Le pregunté por el sol
y giró la cabeza
hacia la nada
Nos quedamos los dos
bajo la lluvia
escuchando la música del viento
Lo recogí del cemento
lo escondí entre tréboles mimosos
lo arrullé con tajetes decaídos
y liberé al otoño
en su concha
y en mi piel
© Moony
4 comentarios:
Que hermoso y tierno poema, Moony... ¿Te imaginas como sería el mundo si el sentimiento que tu poema rezuma fuera la pauta de conducta de la humanidad?...
Un beso
Precioso, moony. Qué imagen tan bella el caracol y tú, tan diferentes y tan reconocibles en la naturaleza. Un abrazo muy fuerte.
Qué bonito!
Sabes? Yo también lo hago... Siempre que puedo, claro. Siempre que le veo, siempre que hace que le vea, siempre que le intuyo,... y salvarle, me libera.
Besos!!
Todavía sigo apareciendo vida entre tanto kilómetro de asfato que hemos construido...
Un beso, Moony
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