Con la savia de tu cuerpo
encenderé las luces de la noche
pequeños topos brillantes
que cuajarán los guiños de la piel
Y lameré los grumos de caricias
que se pegan a las esquirlas del día
apacentando las manadas de gemidos
que trotan buscando tu mano
Derretiré la cera que tapa la entrada
a las orillas donde el viento se duerme
pequeños topos brillantes
que cuajarán los guiños de la piel
que se pegan a las esquirlas del día
apacentando las manadas de gemidos
que trotan buscando tu mano
a las orillas donde el viento se duerme
para recoger las flores del ocaso
y bordarlas con tu nombre entre mis piernas
construiré mi mundo
en el ápice de un te quiero
11 comentarios:
Bellos sentimientos plasmados en hellas palabras.
Beso grande buen descanso.
Muchas gracias Paula.
Beso grande.
No hay caso, Monny, te fluye poesía, sensual, exquisita; su cuerpo (todo él, verdad?) te la incita y pone a flor de piel... y tu sensibilidad la hace poema.
Abrazo maravillado y de corazón. (perdona la demora, amiga)
Muchísimas gracias Carlos.
Cómo sería posible amar si no fuera su cuerpo entero el que me incitara a escribir.
No hay perdones posibles, porque no hay demora.
Abrazo agradecido y sin sombrero.
Guau, entre esa pintura y los versos... Madre mía. Tengo que hacer como siempre y exclamar, qué belleza.
Besitos...
(Por cierto, te acabo de dejar un comentario en el blog de luz para agregarla a la lista, soy un meterete, lo sé... 🙄)
Jajajajaja muchísimas gracias Miguel por ese guau .
Y no me sirve lo que pusiste en luz, no me deja agregar nada.
Besito...
Poema precioso y sensual, de esa savia que es como la vida que crece y florece cada día enamorada.
Besos.
Muchas gracias José Luis. La savia que nos permite vivir.
Besos.
Moony,
Ler-te é sempre um doce fascínio!
Este poema é delicioso.
Vestes as palavras com ardor e uma irresistível sensualidade!
Besossss!!
Muchísimas gracias A.S.
Besossss!
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