Llegó el febrero que no cambia
a la contra del sol y de la luna
y un bies de jara enmohecida
se atrevió a cruzar el umbral de mis palabras
El invierno canta y yo enmudezco
Los pájaros huyeron y, yo, no supe hacerlo
Por eso purgo el tiempo que perdí
escamando la piel de las mañanas
Quise gritar y se quebró la voz del día
Quise correr y estaba atada a la noria de la vida
Quise
Quise
O tal vez querer algo es otra cosa
Ni eso sé
Hoy me acompaña un ruido seco
cada vez que sueño
cada vez que embido
`porque, a veces, un silencio
dice más que un millón de versos
Y no para
siempre llueve en el paraíso
© Moony
a la contra del sol y de la luna
y un bies de jara enmohecida
se atrevió a cruzar el umbral de mis palabras
El invierno canta y yo enmudezco
Los pájaros huyeron y, yo, no supe hacerlo
Por eso purgo el tiempo que perdí
escamando la piel de las mañanas
Quise gritar y se quebró la voz del día
Quise correr y estaba atada a la noria de la vida
Quise
Quise
O tal vez querer algo es otra cosa
Ni eso sé
Hoy me acompaña un ruido seco
cada vez que sueño
cada vez que embido
`porque, a veces, un silencio
dice más que un millón de versos
Y no para
siempre llueve en el paraíso
© Moony
3 comentarios:
No te cuento lo que llueve hoy aquí, claro que estamos en el paraíso...
Precioso el poema, como siempre. Abrazos
Sí, "a veces, un silencio dice más que un millón de versos". A veces he pensado que el silencio suele ser en ocaciones el modo más estruendoso de decir algo.
De todos modos leerte es un placer, como siempre, y "dice" muchísimo
Un beso Moony.
Rodolfo
Preciosos versos.
Un abrazo Moony.
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