Me temblaste la primera vez
allá por los setenta
cuando el viento me dijo que estabas
que ya eras
Me seguiste temblando en las comidas
y en los silencios rotos por mis ganas
me temblabas en aquella esquina oscura
del pasillo inmenso que olía diferente
Y me temblaste aquella vez que olvidé el paraguas
y me llovieron años helados, como bolas de granizo
Me seguiste temblando en los suspiros
y cuando escribí la primera letra de aquel poema
y veinte y un mil veces me temblaste aquella noche
que tenía el tacto del terciopelo nuevo
Y me tiemblas la piel cuando te oigo
con esas ondas que suben por los pies
y anidan en los poros
Imperceptiblemente
Incandescentemente
Eternamente me tiemblas en tus manos
y en los besos de naranja que son sólo míos
y ya es primavera...
allá por los setenta
cuando el viento me dijo que estabas
que ya eras
Me seguiste temblando en las comidas
y en los silencios rotos por mis ganas
me temblabas en aquella esquina oscura
del pasillo inmenso que olía diferente
Y me temblaste aquella vez que olvidé el paraguas
y me llovieron años helados, como bolas de granizo
Me seguiste temblando en los suspiros
y cuando escribí la primera letra de aquel poema
y veinte y un mil veces me temblaste aquella noche
que tenía el tacto del terciopelo nuevo
Y me tiemblas la piel cuando te oigo
con esas ondas que suben por los pies
y anidan en los poros
Imperceptiblemente
Incandescentemente
Eternamente me tiemblas en tus manos
y en los besos de naranja que son sólo míos
y ya es primavera...
© Moony
4 comentarios:
Excelente. He estudiado todo tu blog y nos gustaría que de ser posible te pusieran en contacto con nosotros ante la posibilidad de llegar a un acuerdo para editar tu obra.
Mi correo es seixbarraleditorial@gmail.com
Estertores de amor en la piel.
Precioso!
Un beso, Moony
guay
Temblar, sí, temblar es bello cuando es de amor y no lo contrario, es escalofrío de querencia pegadas en la piel cuando se acercan... ¡Ah, llega la primavera!
Un saludo amigo. Elisa
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