3.9.11

Otoñeando


Se encalló la tarde en un cielo plata
revolcándose en neblinas transpiradas

Ya no veo golondrinas y huele a húmedo el aire
Preludio de lo que se va viniendo alevosamente en silencio

Otoño que se se adivina en las palmas de las manos

Comeremos avellanas, amor
en el banco de la puerta

con los perros acurrucados

sobre las líneas de nuestras piernas


Mirada con mirada
labio a labio

sin importarnos nada
más que el sabor de los besos


¿Quieres, mi vida?

© Moony

3 comentarios:

alkerme dijo...

Maravillosa manera de verlo llegar.
Aquí el tiempo aún está complicado, un verano que ha paso ligero y un otoño que aún no es promesa.

Un beso, Moony

Alberto Hugo Rojas dijo...

SEMPRE TAN LINDA.... GRACIAS CIELO

Beatriz Salas Escarpa dijo...

Bellísmoooo:
"Otoño que se se adivina en las palmas de las manos"...
Me ha encantado.
Un abrazo