Con el solsticio de invierno del 21 de diciembre de 2013 se da la bienvenida a la nueva estación, dejando atrás el otoño y comenzando a proyectarse más horas de luz en el hemisferio norte. Esta fecha es significativa ya que es cuando el Sol alcanza su menor altura aparente en el cielo.
Este 21 de diciembre será también el día más corto del año, es decir, aquel en el que se disfrutarán menos horas de luz natural. Desde esta fecha los rayos del Sol caerán menos oblicuos sobre la superficie terrestre y por tanto con más intensidad.
Este 21 de diciembre será también el día más corto del año, es decir, aquel en el que se disfrutarán menos horas de luz natural. Desde esta fecha los rayos del Sol caerán menos oblicuos sobre la superficie terrestre y por tanto con más intensidad.
Durante los solsticios, tanto de verano como de invierno, la tierra tiene una posición de 23,5 grados en el cenit del Ecuador respecto a la órbita del Sol. Asimismo, la fecha también sirve para dar comienzo al verano en el Hemisferio Sur.
Además de por marcar el comienzo de una nueva estación, el solsticio es una fecha muy importante para algunas culturas, que celebran ritos para la ocasión, perdurando hasta nuestros días. Incluso hay teorías que afirman que la Navidad, por su cercanía a la fecha, también tiene influencias de estas costumbres.
Además de por marcar el comienzo de una nueva estación, el solsticio es una fecha muy importante para algunas culturas, que celebran ritos para la ocasión, perdurando hasta nuestros días. Incluso hay teorías que afirman que la Navidad, por su cercanía a la fecha, también tiene influencias de estas costumbres.
Hoy me ha contado un buho
que un ratón se enamoró de un cisne
mientras un ángel de nubes
le entragaba un corazón
El ratón, pequeño, oscuro y vulgar
escondía en una bolsita dorada
diecisiete plumas blancas
que el cisne perdió mientras se bañaba
Bajo su gorro de lana y su sonrisa payasa
el ratón -que era ratona-
soñaba con abrazar
el cuello hermoso y perfecto del que estaba enamorada
Como el año se le iba y uno nuevo ya cantaba
la ratoncita pidió al cielo
que una estrella le entregara
para que su cisne blanco
sintiera cómo lo amaba
Si ella consiguió que su cisne la mirara
no es historia que debamos indagar
pero lo que sí conocemos
es que el cisne le escribió una carta
Y yo, que ratona soy
y tú, que eres cisne que me abrasa
-sólo con una mirada-
en este solsticio nuevo
que me incrementa la edad
sólo te puedo decir
que tengo un ángel y un buho
que de ti me cuentan táctos
y una bolsita dorada
que me explica tus mañanas
Y lo que sé sin dudar
es que te amo
más que a nada
© Moony
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